Hay momentos que es necesario voltear atrás, escarbar al pie del árbol y salvarse de caer en el guindo sujetándose al ombligo como cuerda salvadora. Y ya estando ahí, seguro nos daremos cuenta que las cosas suelen ser más simples de lo que pensamos; que en el detalle y la simplicidad se condesa lo mejor de las cosas.
Toda esta verborrea a propósito del reencuentro que este viernes ha traído con los clásicos de toda la vida. Porque algún día en un tiempo no muy lejano, el propósito de toda existencia fue calzar unos reebok y seguro este video era prueba de la mayor genialidad jamás alcanzada por cineasta alguno. Es inevitable, hay momentos en que no queda más remedio que volver a los clásicos…
Vuelta a los clasico: Los Tres
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