Sueño Digviana - Apuñalame

Ésta es una de esas bandas que a pesar de las adversidades que arrastra la producción artística y cultural en Honduras, ha logrado hacerse un espacio por más de 10 años, imponiendo vanguardias y moviendo escenas.

Entre la banda dos colegas que optaron por soñar con la Brassavola Digbiana, metáfora de los sueño por ver florecer ese país que se lleva tan dentro. Recién sacaron su segundo disco el cual contiene el tema que aquí posteo.

Nada, desde aquí no queda más que divulgarlo, unirse a la corriente de jóvenes que sueñan con la digviana, con la Honduras en flor.

La isla de las flores

Estamos casi en la última semana de octubre y apenas tengo dos posteos. Para rematar éste tan solo es una replica de una publicación de los mounstruarios (ver links). La excusa es como siempre el tiempo, en este caso, tiempos de cierres (más bien tercas ganas de cerrar espirales).

Así que para no prolongar abandonos comparto este video que a pesar de los años sigue siendo sumamente aleccionador.

Como siempre espero comentarios.

40 años

Me pasa muy seguido, eso de que siempre hubo alguien que lo hizo mejor, que lo escribió mejor, que lo cantó mejor.

En esta ocasión me paso con la idea que tenía para publicar respecto a la conmemoración del asesinato del Che. No sabía que postear hasta que ahora por la mañana encontré esta reflexión de Fidel. Entonces acuerdo someter la publicación a sus palabras.

¿Qué más se puede decir?


El Che

Hago un alto en el combate diario para inclinar mi frente, con respeto y gratitud, ante el combatiente excepcional que cayó un 8 de octubre hace 40 años. Por el ejemplo que nos legó con su Columna Invasora, que atravesó los terrenos pantanosos al sur de las antiguas provincias de Oriente y Camagüey perseguido por fuerzas enemigas, libertador de la ciudad de Santa Clara, creador del trabajo voluntario, cumplidor de honrosas misiones políticas en el exterior, mensajero del internacionalismo militante en el este del Congo y en Bolivia, sembrador de conciencias en nuestra América y en el mundo.

Le doy las gracias por lo que trató de hacer y no pudo en su país de nacimiento, porque fue como una flor arrancada prematuramente de su tallo.

Nos dejó su estilo inconfundible de escribir, con elegancia, brevedad y veracidad, cada detalle de lo que pasaba por su mente. Era un predestinado, pero él no lo sabía. Combate con nosotros y por nosotros.

Ayer se cumplió el 31 aniversario de la matanza de los pasajeros y tripulantes del avión cubano hecho estallar en pleno vuelo, y nos adentramos en el décimo aniversario del cruel e injusto encarcelamiento de los cinco héroes antiterroristas cubanos. Ante todos ellos inclinamos igualmente nuestras frentes.

Con mucha emoción vi y escuché por la televisión el acto conmemorativo.

Fidel Castro Ruz
7 de octubre de 2007
3:17 p.m.

Otto Rene Castillo en el corazón

Se me ocurrió cerrar este primer día de octubre con la poesía de un hombre de octubres, Otto Rene Castillo. Chapín, Centroamericano, Latinoamericano, mártir de las tres causas, inspiración de las que se vienen.

Su poesía ha logrado siempre remover lo más hondo de mi corazón, por eso es bueno empezar estos días de octubre con su memoria.




Vámonos patria a caminar, yo te acompaño

Yo bajare los abismos que me digas.
Yo beberé tus cálices amargos.
Yo me quedare ciego para que tengas ojos.
Yo me quedare sin voz para que tu cantes.
Yo he de morir para que tu no mueras,
para que emerja tu rostro flameando al horizontede
cada flor que nazca de mis huesos.

Tiene que ser así, indiscutiblemente.

Ya me canse de llevar tus lagrimas conmigo.
Ahora quiero caminar contigo, relampagueante.
Acompañante en tu jornada, porque soy un hombre
del pueblo, nacido en octubre para la faz del mundo.
Ay, patria.
A los coroneles que orinan tus muros
tenemos que arrancarlos de raíces,
colgarlos de un árbol de rocío agudo,
violento de cóleras de pueblo.
Por ello pido que caminemos juntos. Siempre
con los campesinos agrarios
y los obreros sindicales,
con el que tenga un corazón para quererte.

Vámonos patria a caminar, yo te acompaño.