El circulo, o lo informe, o
lo que no tiene volumen, pero
que me ofrezca quietud.
Lo imponderable, lo que no tiene dimensiones
pero
que no deje filtrar ningún recuerdo.
Lo luminoso, o plúmbeo, sin que pueda saberlo,
pero que adormezca para siempre
cualquier ansia.
Allí disolveré mi titulo de hombre,
que me hizo candidato para todos los infortunios.
Allí no me agitare con fútiles alegrías
ni con sinceros dolores.
Allí me olvidare de amar conceptos
y de ser engañado.
Allí mis pasiones se habrán esfumado
y dejarán de zarandearme.
Allí olvidare que el hombre es admirable y perverso
y olvidaré mi latitud y el tiempo.
Nelson. E. Merren
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