
Creo que fue a mediados del gobierno de Callejas (1990-1994) cuando se traslado la casa presidencial del centro de Tegucigalpa a la centro-periferia de la ciudad, justo al final de la colonia Miraflores, a un costado del boulevard de las Fuerzas Armadas que más que ser de las Fuerzas Armadas es el boulevard de todos, como lo son muchas de las empresas manejadas por el ejercito como el Instituto de Previsión Militar y el Banco de las Fuerzas Armadas (BANFFA).
El traslado de la casa presidencial a este nuevo y dicho sea de paso espantoso edificio significó un primer atentado contra la vitalidad del centro histórico de la ciudad. ¿Qué pasaría si se les ocurriera trasladar el Congreso Nacional a otro lugar?, entonces, ¿dónde queda el papel de este como centro cívico de la ciudad, como corazón del país?.
De continuar la huida de las instituciones del Estado del centro de la capital este llegara a tener un carácter meramente simbólico sin ninguna funcionalidad más que aquella que tenga que ver con el comercio.
Justo ahora que en muchos países se impulsan políticas para el rescate y la renovación urbana de las centralidades es tiempo de darle el lugar que nuestro centro histórico merece, conservando y utilizando nuestro patrimonio cultural, cuéntese dentro de este el antiguo cine clamer amenazado de correr la misma suerte que la casa de José Cecilio del Valle y tantas otras antiguas edificaciones, es decir convertirse en un parqueo más. Que pena ver la demolición de edificios con tanta memoria, que pena ver convertirse el centro de la ciudad en un asilo de autos.
El traslado de la casa presidencial a este nuevo y dicho sea de paso espantoso edificio significó un primer atentado contra la vitalidad del centro histórico de la ciudad. ¿Qué pasaría si se les ocurriera trasladar el Congreso Nacional a otro lugar?, entonces, ¿dónde queda el papel de este como centro cívico de la ciudad, como corazón del país?.
De continuar la huida de las instituciones del Estado del centro de la capital este llegara a tener un carácter meramente simbólico sin ninguna funcionalidad más que aquella que tenga que ver con el comercio.
Justo ahora que en muchos países se impulsan políticas para el rescate y la renovación urbana de las centralidades es tiempo de darle el lugar que nuestro centro histórico merece, conservando y utilizando nuestro patrimonio cultural, cuéntese dentro de este el antiguo cine clamer amenazado de correr la misma suerte que la casa de José Cecilio del Valle y tantas otras antiguas edificaciones, es decir convertirse en un parqueo más. Que pena ver la demolición de edificios con tanta memoria, que pena ver convertirse el centro de la ciudad en un asilo de autos.

La conservación del centro de la ciudad no solo pasa por una renovación estética sino también por fortalecer su función de espacio público, como lugar de intercambio y encuentro de la sociedad toda, lugar que lamentablemente ha venido siendo arrebatado por los malls, sitios sin ninguna otra finalidad que no sea el consumo irracional.
PD. Sería bueno partir por reconocer los edificios históricos que están en agónico proceso de deterioro, ¿alguien quiere contribuir?, saquen fotos y el hijuelmáiz las publica.
PD. Sería bueno partir por reconocer los edificios históricos que están en agónico proceso de deterioro, ¿alguien quiere contribuir?, saquen fotos y el hijuelmáiz las publica.
1 comentarios:
Bello tu blog Mauro. Te voy hacer un comentarito sobre tu articulo de "la agonia central". De acuerdo con todo, pero si me gustaria añadir un detalle que estimo importante. Decis que el Mall tiene como unica finalidad "el consumo irracional". Pues, yo no estoy muy de acuerdo con esta afirmacion, ya que este lugar ha ido remplazando poco a poco los espacios urbanos destinados a la recreacion publica en nuestro pais. Antes, esta estaba concentrada en las plazas, centro historico, mercado, etc., como lo sigue siendo, de hecho, en otros paises. Ahora el Mall cumple en nuestro pais, con las funciones que cumplian aquellas areas publicas de antaño. Es decir, la gente no solo va con el fin de comprar (muchas veces ni tienen el dinero para ello)Van con el fin de sociabilizar, de pasear "a pie" sin peligro de robo, de asalto, de agresion. Lastimosamente, es una eleccion que deja muy lejos el ambiente de una plaza central, o la frescura de un parque. Pero la forma que ha tomado esta substitucion se la debemos a la admiracion ciega que tiene nuestro pais por los inventores de esta nueva area publica. En todo caso, es un lugar interesante para observar, ya que alli se juntan todas aquellas personas que por lo general andan detras de un vidrio polarizado de un BMW o detras de un autobus de ruta. La diferencia es que aqui, todos andan a pie, cosa que representa como quiera una "union" por mas desiquilibrada que sea. Bueno mi Mauro, muchos saludos desde la Francia.
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